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CÓMO PREVENIR LAS VARICES?

Aunque no todo el mundo lo sabe, las varices afectan tanto a hombres como a mujeres, sólo que en las primeras es una dolencia mucho más común que entre los segundos, pues según numerosos y detallados estudios, afectan a un sólo hombre por cada cinco mujeres.
Lo cierto es que, según los últimos cálculos, una de cada diez personas sufre de varices a lo largo de su vida, siendo más habituales en las mujeres a consecuencia del embarazo y la fluctuación hormonal.

Trucos y consejos para prevenir las varices

          Mantenerse en un peso equilibrado

  • Diversos estudios han puesto de manifiesto que las personas obesas tienen un 50% más de posibilidades de desarrollar varices que las personas normales. Además, los obesos con varices presentan un alto riesgo de manifestar coágulos de sangre.  
  • Llevar un control periódico de nosotros mismos

  • La aparición de varices es progresiva, por lo que es muy recomendable, una vez concluido el tratamiento para erradicarlas, una consulta anual de control que permita al especialista tratar con anticipación alguna variz incipiente.
  • No permanecer de pie durante mucho tiempo

  • Esta debe ser una regla a seguir fundamental, ya se esté en el trabajo o en cualquier otro lado. Elegir la profesión en función de la predisposición que se tenga a la aparición de varices no es algo fácil, por eso, si tienes una profesión que te obligue a permanecer de pie o sentado en la misma posición durante largas horas, del tipo de operarios/as de cadena de montaje, un/a oficinista, peluquero/a, etc., para contrarrestarlo debes obligarte a adquirir el hábito de realizar caminatas diarias de media hora como mínimo y practicar algún deporte que otro los fines de semana. De esta forma, neutralizarás en gran medida la deficiencia circulatoria causada por la actividad desempeñada en tu lugar de trabajo, evitando la aparición de varices.

    Del mismo modo, las amas de casa deben evitar prolongadas estancias de pie lavando, planchando, cocinando o realizando cualquier otra labor doméstica. Lo idóneo es obligarse a interrumpir brevemente el trabajo y dedicarle un rato a caminar entre tarea y tarea. También es vital adquirir la costumbre de realizar caminatas diarias para fortalecer la circulación de los miembros inferiores, blanco perfecto de las varices.
  • Evitar fuentes de calor muy fuerte

  • No es aconsejable una excesiva exposición solar, sobre todo en posición inmóvil, pues provoca vasodilatación y la aparición de pequeñas varicosidades nada estéticas. Los climas demasiado calurosos para las vacaciones tampoco son recomendables; es mejor un destino vacacional de campo o montaña, con climas más frescos. Los baños termales con temperaturas mayores a 28 °C y la natación en aguas muy calientes también son desaconsejables. La calefacción de loza radiante tiene efectos perjudiciales, pero estos se pueden disminuir con alfombras. También la calefacción a la altura de las piernas (coches, trenes, aviones…), chimeneas, depilación con cera a altas temperaturas, baños muy calientes, etc. son elementos negativos que conviene evitar por el bien de nuestras piernas.
  • Ponerse ropa apropiada

  • La ropa debe ser amplia, suave y que esté constantemente ventilándose. Cualquier prenda que se ajuste demasiado a la pierna (medias, ligas, fajas, etc.) dificultando la correcta circulación sanguínea es algo que conviene evitar a toda costa si se tienen varices o propensión a ellas.
  • Llevar calzado cómodo

  • En cualquier tratamiento que se lleve a cabo para combatir las varices es muy recomendable caminar descalzo sobre la arena o la hierba. El calzado siempre debe ser amplio, sin apreturas de ningún tipo, y con la suela fina. Los tacones no deben ser ni demasiado altos ni demasiado bajos, sino que deben situarse en un término medio que vaya de 3 a 4 centímetros, para así facilitar el funcionamiento de la bomba muscular de la pantorrilla y el aplastamiento del tejido esponjoso de la planta del pie, ya que lo contrario favorecería la aparición de varices. Cualquier tipo de anomalía ósea o articular de los pies o de las piernas repercute negativamente sobre la circulación de retorno.

Otras recomendaciones para la prevención:

Sigue una dieta equilibrada y rica en fibras. Una alimentación equilibrada cumple un papel muy importante a la hora de prevenir las varices. Nuestra dieta es uno de los factores desencadenantes de la obesidad, que es una de las causas más frecuentes del origen de las varices.

Sumerge las piernas en agua caliente y fría. Sumergir las piernas en agua viene muy bien para tonificar las piernas, sobre todo si alternamos agua caliente (a 38ºC aproximadamente) y agua fría. También lo puedes hacer aplicando una compresa de agua caliente sobre la zona afectada (sin presionar demasiado) durante 2 minutos, más o menos. Tras esto, aplica otra de agua fría durante medio minuto y continúa con esta operación durante 10 minutos, finalizando con la compresa fría. Esto ayuda a que las varices no se acrecienten.

Practica algún tipo de ejercicio físico. Un poco de ejercicio diario, sobre todo caminar (1 hora al día), ayuda a que se contraigan las venas, se vacíen y se envíe la sangre hacia el corazón, contrarrestando las varices, ya que permanecer durante mucho tiempo sentado o de pie provoca acumulaciones de sangre en las venas de las piernas.

Date masajes en las zonas afectadas por varices. Pon los pies más altos que el resto del cuerpo y realiza un suave masaje desde el tobillo hasta la rodilla. Deben ser suaves, ya que de lo contrario podrías dañar aún más las venas.

Pon las piernas en alto. Una posición elevada de las piernas siempre es beneficiosa para las varices, que no son otra cosa que venas debilitadas que ya no tienen la fuerza necesaria para devolver la sangre al corazón. Es por esto mismo por lo que debemos ayudarlas apoyando los pies en una mesa o en una silla, manteniendo las piernas por encima del nivel de nuestras caderas para así equilibrar la gravedad. Con media hora al día es suficiente (preferiblemente al mediodía).

Cambia de posición constantemente. Haz este sencillo ejercicio tantas veces como puedas a lo largo del día: ponte unas medias con soporte, acuéstate boca arriba, eleva las piernas y descánsalas sobre la pared. Mantén esta posición durante dos minutos para que la sangre fluya de las varices hacia el corazón.

Mueve tus piernas. Las personas sedentarias tienen más probabilidades de padecer varices que las que llevan una vida con más actividad. Si por causa de tu trabajo tienes que permanecer muchas horas sentada, cada media hora dedícate 2 minutos a encoger y estirar las piernas, a mover los dedos de los pies –el estar calzado no impide en absoluto hacer este ejercicio-, ponte de puntillas cada vez que puedas y camina un rato cada hora. Comprobarás que viene muy bien para las varices.

Caminar descalzos. Caminar descalzos sobre la hierba o la arena del mar es algo que viene muy bien para las varices. Además, caminar por la orilla del mar es uno de los remedios más completos, pues unimos el beneficio de la hidroterapia con las sales minerales del mar.

Practica yoga. El yoga es uno de los ejercicios que puede ayudarnos a aliviar la incomodidad de las varices. Como ejemplo, observa este sencillo ejercicio: túmbate boca arriba, eleva tus pies hasta el asiento de una silla, y respira por la nariz pausadamente. Esto te ayudará a que la fuerza de gravedad saque la sangre acumulada en las piernas y la reconduzca.

Duerme con los pies ligeramente levantados. Inclina tu cama a la altura de los pies colocando guías telefónicas o algo parecido bajo tu colchón para elevarlos (unos 10 cm. más o menos), manteniendo las piernas en alto mientras duermes. Constatarás que tu problema de varices no se ha incrementado. Si tienes algún tipo de problema cardíaco o dificultad respiratoria, consulta a tu médico antes de ajustar tu colchón.

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